Cómo se hizo

Hoy os traemos otra foto de esas que más han llamado la atención y que algunos habéis pedido que os explicamos cómo la hemos hecho.

En el mundo del fitness, del deporte de gimnasio, las especialidades deportivas vienen y van casi como modas pasajeras. El público se aburre pronto y quiere cosas nuevas que les motiven a seguir manteniéndose en forma. Esto hace que cada poco tiempo surjan propuestas nuevas, deportes nuevos, entrenamientos nuevos y todo tipo de inventos que algunas veces triunfan, y otras pierden fuelle a los pocos meses. El caso de la foto de hoy es de una actividad llamada Gun-eX que consiste en entrenamientos usando, entre otros accesorios, cuerdas elásticas de distinto peso y resistencia. Un entrenamiento versátil, extremadamente divertido, y muy efectivo. Os animamos a probarlo, y si es en el centro deportivo Fitness Sports Valle de las Cañas de Pozuelo de Alarcón, en Madrid, que es para quién hicimos esta campaña, pues mejor aún.

Para esta campaña teníamos claro que la apariencia tenía que ser potente, con un punto de agresividad, que resaltase la potencia, la fuerza, y que, evidentemente, mostrase el producto claramente.

Lo primero, como siempre, fue informarse de la actividad con la que íbamos a trabajar, aunque hay que decir que en este caso ya estábamos familiarizados con el Gun-eX, porque en 2015 ya estuvimos presentes en la formación de los monitores del FSVC de esta actividad.

Gun-ex Training System Fitness Sports Valle las Cañas Video Advertisement from PerfectPixel Publicidad on Vimeo.

Montamos un esquema de luz que se fue complicando a medida que íbamos haciendo pruebas, y que esta vez os ahorraremos. Finalmente quedó así:

Visión casi frontal del esquema de luz usado, con un total de 5 flashes de mano.

Como se puede apreciar en la foto Emilio tiene:

-Dos flashes montados en ventanas estrechas, llamadas «stripbox» en inglés, que además llevan un panel de nido de abeja, que ayuda a direcciones la luz y evitar que caiga donde no queremos. Están montados a su espalda, a los lados.  La función de estas dos luces es recortar el perfil de Emilio.

-Delante de él lleva otro flash montado sobre una ventana grande (apenas se ve, porque casi se empasta con el fondo). Retiré la tela de difusión (es ese cuadrado blanco que se ve a la derecha de la imagen) para dejar que la luz fuera algo mas dura, que le pegaba a la foto un look durillo.

-Detrás hay un flash desnudo que sirve de luz de contra, está ligeramente picado hacia abajo, para iluminar un poco el suelo también.

-Por último hay un flash en el suelo, desnudo, cuya misión es iluminar las cuerdas, que son «el producto» en este caso, y por tanto tienen una importancia capital. Este flash está con el zoom al máximo, para que la luz no contamine otras zonas y solo le de a lo que queremos iluminar.

Ahora quiero que te fijes en esa hoja blanca que hay en el suelo. Eso es mi chuleta, y es importante. Es una pequeña colección de fotos que me servirán de inspiración.

Antes de hacer una sesión como esta me documento con fotos que he visto, y hago esquemas cutremente dibujados por mi (soy muy, muy, muy malo dibujando) que me sirven de punto de partida para el trabajo. Evidentemente no se trata de «fusilar» el trabajo de otros fotógrafos, pero si de subirse «a hombros de gigantes». Cada uno ha de encontrar su propio método de trabajo, pero a mi me resulta imprescindible ver lo que otros han hecho antes que yo y luego ya le daré una vuelta de tuerca y mi propio sello personal.

En estas fotos se puede ver el esquema desde otros puntos de vista.

Visión lateral del esquema de luz usado, con un total de 5 flashes de mano.

El gran problema de esta fotografía es dónde colocarse, y es que esas cuerdas pesan bastante, y se mueven bastante rápido, por lo que hay que tener un poco de cuidado para que no te den latigazos.

Pero en cuanto empezó el movimiento de culebra de las cuerdas era evidente que la idea no funcionaba. Aunque mantenemos cierta frontalidad con Emilio, las cuerdas tienen su fuga por un lateral, y no queda bien.

No quedaba más remedio que meterse entre las cuerdas y aguantar estoicamente los latigazos cual flagelados de semana santa. Con suerte no dolería mucho….

Gran diferencia con la foto anterior ¿verdad?

Sin embargo al ver esa foto había algo que no nos gustaba. Intentábamos mostrar poderío, fuerza, y eso no lo transmitía la foto. El punto de vista no transmitía eso, para eso el truco es cambiar a un punto de vista bajo, de forma que la figura humana queda mucho más poderosa y con fuerza. Lo malo era que al estar tumbado en el suelo los latigazos ahora serían en la espalda, y repetidamente. ¡Eso duele!

¡Lo que hace cambiar el punto de vista oiga!

En cuanto a los ajuste de la foto hay que decir que usamos una velocidad bastante lenta teniendo en cuenta que se trata de fotografía deportiva, 1/320 de segundo, a f 6,3, ISO 100. La idea era no congelar del todo las cuerdas, darles un puntito de movimiento para dotar a la imagen de un poco más de dinamismo.

Como tantas otras veces trabajábamos con cierta premura de tiempo, y había que hacer ciertos compromisos, posiblemente la velocidad correcta era un poco más rápida, pero en estos entornos de trabajo se busca la eficacia, no tanto la perfección.

Antes de decidir qué velocidad íbamos a usar nos fijamos en el movimiento en si, y nos percatamos de que en realidad Emilio se mantenía bastante estático, sobre todo si disparábamos en determinados momentos donde casi estaba parado del todo, y sin embargo manteníamos el movimiento undulatorio de las cuerdas. Y eso hicimos.

Fiel a nuestro estilo de contarlo todo, lo bueno y lo malo, los aciertos y los fallos, hay que hacer mención a que si hoy repitiéramos la foto sin duda una de las cosas a mejorar sería la iluminación de la cabeza. Por lo general no nos gusta que la cabeza se empaste con el fondo, y eso era sencillo de evitar, bastaba con haber levantado un poco la luz de contra para que iluminara también la cabeza, pero en fin, es un fallo menor.

Vamos a ver la edición de la foto.

Lo primero fue enderezar la foto que está claramente torcida (normal, ¡me estaban literalmente flagelando la espalda!).

Este es el resultado de ese primer ajuste de claridad, sutil pero efectivo.

Lo siguiente fue oscurecer un poco el primer plano, para cerrar un poco más la atención sobre Emilio.

Efecto del filtro graduado.

A partir de aquí toca limpiar la foto de elementos que molestan, los pies de los flashes, los flashes en si, las luces del techo… Todo eso no se puede realizar ya en Lightroom y toca acudir a Photoshop, pero es cosa de unos cuantos clics, con la herramienta de relleno según contenido es realmente sencillo.

La imagen final la tenéis en el encabezado de esta entrada. Y aquí de nuevo:

Fotografía deportiva de Gun-eX, fitness con cuerdas elásticas

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