Cuando se habla de fotografía deportiva todo el mundo piensa en fotografía dinámica, donde se trata de captar al deportista en plena acción, pero lo cierto es que hay otro tipo de fotografías que son también muy demandadas. Son los retratos deportivos, conocidos por «el palabro» «sportrait», que, suponemos, viene de juntar, en inglés, las palabras «sport» y «portrait» (retrato y deporte, respectivamente), y que en definitiva no es más que un retrato de un deportista, donde su condición de tal queda claramente patente.
Los «sportraits» no suelen hacerse durante los reportajes de eventos y competiciones deportivas, si no en sesiones específicas donde se cuidan los detalles todo lo posible, casi como en fotografía de moda, o de retrato.
Para conseguir eso de que se vea a las claras que el retratado es un deportista, y hasta se identifique la modalidad deportiva que practica, podemos usar varias técnicas, y probablemente debamos hacer uso de varias a la vez.
Entorno: Los «sportraits» son, casi siempre, retratos ambientales, donde el retratado posa en su entorno habitual de entrenamiento o competición. Si lo que queremos es dejar claro, por ejemplo, que se trata de un nadador, nada mejor que fotografiarle en la piscina, aunque no necesariamente dentro del agua.
Esto varía según sea la actividad deportiva del retratado, en algunos casos eso es muy evidente, y en otros costará más que el entorno identifique el deporte.
Para ello debemos iluminar y encuadrar teniendo en cuenta el entorno, no solo a la persona. Ya sea mezclando la luz ambiental con los flashes (si es que usamos flashes, claro), como en la foto de Sonia de arriba, o iluminando parte del entorno también con flashes.
Decíamos antes que lo normal es hacer los «sportraits» en el entorno habitual de entrenamiento o competición, pero a veces puede ser una buena idea precisamente lo contrario, sacarles fuera de ese entorno. Ese contraste puede darle mucha fuerza al retrato, y sin perder el carácter deportivo. El gran inconveniente de esto, es que lleva muchísima más preparación (hay que buscar los lugares, pedir permisos…) y requiere que el deportista «se deje», y en el caso de deportistas de élite, por sus horarios tan ajustados, puede resultar muy difícil, o directamente imposible.
Atrezzo: El uso de accesorios en este tipo de retratos refuerzan mucho el mensaje prioritario de que se trata de un deportista, y nos puede servir para identificar claramente su especialidad deportiva.
De nuevo, según sea la especialidad deportiva este recurso podremos usarlo con más o menos facilidad. Pero es bueno tener en cuenta que a veces basta con apoyarse sutilmente en un elemento para que se identifique ya el deporte. Pequeños accesorios como gafas, zapatillas, relojes, etc. ya pueden servirnos para tal fin.
A menudo este tipo de retratos los haremos durante una sesión de otro tipo, es decir, no haremos una sesión específica solo de «sportraits», si no que aprovecharemos para hacerlos dentro de una sesión más amplia donde habrá fotos de otro tipo. Casi todas las fotos que aparecen en este artículo se hicieron así.
Actitud: No podemos, o no debemos, olvidar que se trata de deportistas, y si en todos los retratos la actitud es vital para que el retrato tenga fuerza, en este caso quizá aún es más importante, aquí no se trata de mostrar belleza, aunque la puedan tener, si no fuerza, determinación, dinamismo. De nuevo, para ello, jugaremos con la luz, el encuadre, y con la propia expresividad del retratado.
Este tipo de fotografías son ideales tanto para deportistas, profesionales o aficionados, como para marcas deportivas, patrocinadores o clubes deportivos.
Esperamos que os haya gustado esta entrada, ¡ya sabéis lo que son los «sportraits»!
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