En la entrada anterior os contábamos cómo hicimos esta foto, en esta segunda parte vamos a analizar, con el mismo detalle, la edición que le hicimos a la foto.
Lo primero fue, obviamente, importar la foto a Lightroom. Y este es el aspecto que tenía de entrada:
Lo primero fue añadir un filtro degradado lineal para tratar de «levantar» esa estela de agua y que luciera más.
En esta imagen puedes ver bien cómo aplicamos el degradado, la zona roja es lo que indica todo lo que se ve afectado. Después de trastear un rato con los ajustes de la herramienta al final los ajustes fueron, un poco más de exposición (+1,06), otro empujón a altas luces (+34), blancos (+17) y claridad (+52).
Si te fijas con detalle verás que la zona roja no tapa a Carlos, y esto es importante. Eso lo conseguimos a base de añadir un trazo de pincel sobre esa máscara roja y borrando la zona sobre la que no queremos que haga efecto, en este caso sobre Carlos. Para eso todo lo que tienes que hacer es seleccionar «pincel» de la parte de arriba de la ventana (se ve en la captura de arriba, en la zona superior derecha) del ajuste que hayas usado, en este caso el degradado, y pulsar la tecla «alt» para que el pincel se ponga en modo restar a la máscara, si no lo que harías sería añadir a la máscara zonas.
El siguiente paso fue para corregir un efecto secundario de lo que acabamos de hacer. Al aplicar el degradado anterior se aclaró un poco el fondo también, así que, utilizando el pincel de ajuste con la exposición reducida a -2,04, pintamos suavemente sobre esa zona y listo.
El paso siguiente fue darle gas a la claridad de la foto. Este ajuste debemos usarlo con moderación en la mayoría de las fotos, pero en las fotos de deporte y acción a menudo les sienta bien darle una generosa dosis de claridad, en este caso fue +49. La claridad de lightroom lo que hace es incrementar el contraste en los tonos medios, y le da una apariencia más nítida a la imagen, aunque en realidad no sea un ajuste de enfoque.
El gran problema de este ajuste es que destroza las pieles, y, es algo que se nota muchísimo mas en el caso de modelos femeninas. A la mayoría de los tíos les sienta bien un poco de claridad, y a Carlos también, porque en esta imagen buscamos impacto, no realidad. (Si no quisiéramos que el aumento de claridad afectase a la piel, todo lo que tendríamos que hacer es añadir un trazo de pincel con los ajustes de claridad que acabamos de aplicar, pero en valores negativos, y pintar sobre la zona.)
Dado que esta foto se hizo en pleno invierno, el muchacho no está morenito, así que el siguiente paso es darle un bronceado digital. Lo haremos con un trazo de pincel en el que hemos aumentado la temperatura a +35 y hemos bajado ligeramente la exposición a -0,69. Y ya aprovechamos y le subimos un poco más aún la claridad (+27).
Como ves, en este caso no hizo falta ser muy exacto en la aplicación de este pincel, esas «rebabas» que se ven a los lados del tronco en realidad no afectan para nada al resultado final, ya que es sobre una zona negra. Se trata de ser eficaz, no de ser perfecto. Lo que importa es lo que se ve, y el efecto es evidente:
Este es el antes.Este es el después.
¿Os acordáis de la guerra que me dio el cubo negro y cómo mejoró al usar este de color azul? En el artículo anterior ya decía que el cubo no era todo lo vistoso que me habría gustado, pero que confiaba con poder solucionarlo en la edición. Pues vamos con ello.
Añadimos un trazo de pincel con la exposición subida +1,31, la claridad disparada a +51 y, casi lo más importante, la temperatura enfriada a -22, con lo que potenciamos el color azul.
Para potenciar ese color azulado del agua vamos a pintar dos trazos con la temperatura ligeramente enfriada (-22), azulada, y la exposición subida casi un paso y medio (+1,44). El efecto creo es sutil, pero se nota. Y eso es lo que debe suceder en casi todo el retoque que hagamos, que no «cante» si no que se note sutilmente.
Estas son las zonas afectadas
Y esto es el antes y el después. ¿Se nota verdad?
De pronto me di cuenta de que me había olvidad darle contra a la imagen, que debería haberlo hecho al principio… ¡cosas que pasan! Lo subía +22, y con eso logramos oscurecer un poco más ese fondo. Al hacerlo tuve que repasar toda la foto y me di cuenta de que el ajuste que había hecho para el tronco de Carlos ahora quedaba distinto, así que le hice un pequeño ajuste, bajando la exposición a -1,28, y bajando la claridad un poco, dejándola en +11, frente al +27 que tenía.
¿Ves ese reflejo amarillento que aparece sobre el agua en el tercio inferior izquierdo? Pues vamos a eliminarlo. Normalmente este tipo de cosas las suelo preferir hacer en Photoshop, y no en Lightroom, pero no cuesta nada hacer una prueba rápida y ver si se puede solucionar satisfactoriamente usando la herramienta de eliminación de tinta plana, y así ganamos tiempo. En este caso funcionó sorprendentemente bien. Repito, tiene que quedar bien, no perfecto.
Lo siguiente que hicimos fue reducir un poco las altas luces, para esa zona más directamente afectada por el flash. Hicimos pruebas bajándolo mucho y al final el ajuste es casi mínimo (-6). Apenas se nota vaya. Así que decidí meterle mano a ese problema de modo local, con un trazo de pincel que afectase solamente a la zona más sobreexpuesta, inmediatamente encima de su hombro izquierdo. Pinté pues esa zona con el pincel a -82 de altas luces.
Antes de dar la imagen por buena, y a falta del paso por Photoshop para las pocas cosas que no se le pueden hacer el Lightroom, amplié la imagen al 100% y la repasé con detalle. Así fue como me di cuenta de que la foto tenía un grave problema de halos, que en pequeño ni se veían, pero al 100% cantan más que una sirena de feria.
¿Ves los halos morados alrededor de las gotas de agua? Si la foto se imprime en pequeño no sería un problema muy grave, pero es que se van a hacer carteles, así que hay que solucionar eso.
Para hacerlo usaremos la herramienta «eliminar halos» que está en la sección de «correcciones de lente», en este caso el ajuste fue aumentar a 7 de cantidad a los púrpuras, y el resultado creo que habla por si solo.
Hay un pequeño efecto no deseado, alrededor de las letras del gorro, que pierden parte del púrpura que tenían, pero realmente es tan pequeño que decidí hacer como que no lo había visto y seguir adelante.
La foto, al terminar la edición en Lightroom quedaría así:
Como ves está prácticamente lista. Entre esa foto y la versión final enviada al cliente hay apenas unos pequeños ajustes locales realizados en photoshop con el filtro licuar, y poco mas. La foto final la puedes ver en el encabezado de este artículo.
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